¡Cómo han disfrutado y cuánto han aprendido hoy! ¡Vamos a cuidar el mundo! Y vamos a empezar por no generar tanta basura. Además de reciclar los envases de brik, latas, plástico y vidrio, a partir de ahora vamos a utilizar los residuos orgánicos para hacer compost, que es un abono buenísimo para las plantas de nuestras macetas, la hierba de nuestros jardines y para nuestros huertos.
Pero ¿qué son los residuos orgánicos?
Son los restos de todas aquellas cosas que alguna vez estuvieron vivas o que proceden de seres vivos: todos los restos de verduras, hortalizas y frutas, cáscaras de huevo, también el aceite y el vinagre de las ensaladas junto con los restos de la ensalada, las servilletas de papel (a ser posible sin tinta), el papel higiénico (aunque tenga mocos), folios, cartón, posos de café, bolsas de infusiones, restos de cortar el césped, hojas caídas...
Pero para transformar todos esos residuos en compost necesitamos unas grandes amigas que se lo comerán todo y lo transformarán en una tierra negra estupenda: las lombrices rojas y las cochinillas, además de otras especies.
Aquí os dejo las fotos del taller. ¡Ha estado genial!
Las lombrices necesitan comida, humedad y oscuridad, por eso están enterradas en la tierra.
No todos nos hemos atrevido a tocarlas, Leire y yo solo las hemos admirado (oooh qué chulada)
A mi me dieron ganas de comprar un compostador! Que pena la cantidad de residuos que podríamos ahorrar a los vertederos! La labor que realizan de las lombrices rojas es impresionante y nosotros sin valorarlas...
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